miércoles, 3 de febrero de 2016

ENREDADOS



        Hablar de la sociedad actual es hablar de la sociedad en red. Esa sociedad que vive en un sinvivir por cuidar de su mascota más preciada, Internet. La conexión permanente con el mismo momento en miles de sitio nos consume, nos tiene esclavizados. Estamos encadenados y saturados por demasiados datos, demasiados estímulos, la llamada Toxicoinformación. En España, el 77% de la población es usuaria de Internet, es decir, un total de 35758695 usuarios activos. Esta cifra se ha incrementado en un 25% del año 2014 al 2015.
Sin embargo, ¿qué pasa con ese tanto por cierto restante? Se abre una profunda brecha digital, donde aquellos que bien por edad, (sobre todo las personas de una o dos generaciones anteriores) bien por falta de ingresos o por su determinada situación social  no pueden acceder a la Red quedan desplazados del sistema. 

Quizás resultaría conspiracionista afirmar que los Mercados (y los políticos como marionetas directas de estos) aprovechan este abismo para sacar a esos individuos de la ciudadanía, de la información. Porque sin información en un mundo donde tener datos es más que clave te conviertes en un pelele de trapo tirado en la cuneta. Y, además, no solo está el hecho de no poder acceder a la información; sino que, aun teniendo la oportunidad de entrar en esa autopista electrónica, se desconoce en muchos casos qué hacer con esa información. No se entiende, está en un lenguaje para muchos desconocidos, lo que nos hace retornar a la idea ya expuesta. Incluso, si queremos sacar más punta a este iceberg, podemos decir que mucha gente hace un uso incorrecto o insuficiente comparado con las infinitas técnicas que nos ofrece. Mas se podría abrir aquí un fiero debate sobre esta cuestión que dejo abierto.


Por otro lado, los españoles abrazan a Facebook, Twitter, Youtube y Google+ como padrinos acogedores en este mundo virtual. Hablemos de estadísticas, que parecen ser más claras.


Según datos de iabspain.net de 2014, YouTube continúa siendo la red social más valorada (8 sobre una escala de 10) –Auronplay, el de “Hola, bebés” y otro montón de youtubers, enhorabuena, lo habéis conseguido-, seguida de Spotify (7’9), Instagram (7’7) –el postureo os ha hecho fuertes. Venga, un cupcake y un selfie para celebrarlo- y Facebook (7’6).
Las peor valoradas son Tuenti (5’1), Badoo (6’2) y Google + (6’5). Todos hemos oído ya a propósito de Tuenti, que se va a cerrar la red social con la que muchos adolescentes de nuestra quinta (1996) compartimos fotografías de juventud y mensajes locos en plena edad del pavo. Más reciente –y con la misma decadencia- esta Badoo, esa red social de contactos que levantaba cotilleos en el bachillerato y risas en los recreos.

Además, suben Spotify (de 7’7 a 7’9) y Flickr (de 6‘2 a 6’9), así como LinkedIn (de 6’8 a 7’1) e Instagram (de 7’2 a 7’7). LinkeldIn ha proliferado desde la crisis, y se ha convertido en una red esencialmente profesional donde el coworking y el encuentro de nuevos expertos son la nota dominante. Mientras Facebook (baja tres décimas) y Google+ (cuatro décimas menos). Algunos estudios de iabspain.net sostienen que los hombres suelen emplear más Google+, y las páginas más buscadas tienen relación con las telecomunicaciones y la tecnología (39%). Las mujeres, según revela este estudio, buscan más sobre higiene, belleza (36%) y alimentación (34%). ¿Estamos corroborando los estereotipos de género?


Hagámonos más preguntas, ¿para qué usamos las redes sociales? Respuesta obvia: para socializar. Nos pasamos una media de cuatro horas en el ordenador y dos en el móvil (diarias) actualizando nuestro perfil de Facebook, viendo qué hacen nuestros contactos, respondiendo mensajes y publicando comentarios y estados profundos. También vemos vídeos absurdos en Youtube o nos descargamos y escuchamos música en Spotify, hacemos listas y las compartimos por Twitter y de paso hacemos tredingtopics con un montón de hastags. Aunque también hay que comentar que cada individuo es como un inmenso Dumbo con antenas y receptor de noticias, muchas de esas en 140 caracteres. Es una nueva forma de entender el periodismo, uno donde el periodista ya no es ese profesional de la información que es omnisciente de todo lo que pasa en el mundo. Deja de ser ese filtro de té desgastado para pasar a analizar las causas y consecuencias de esas noticias rellenas de hipervínculos.
No podemos olvidar que uno de cada cuatro usuarios sigue a marcas y participa en concursos con frecuencia y uno de cada cinco habla de compras. Amazon encabeza las compras de internet, junto con Aliexpress (desbancar al gigante de Alibaba es un reto difícil) y Ebay. Lo bueno de Amazon (momento SPAM) es su fiabilidad y su estupendo servicio al cliente. ¡Todo se puede adquirir por el carrito on-line! Lo cierto es que esto está revolucionando el mercado de las compras.
En definitiva, las redes sociales nos han consumido en una vorágine de anuncios, cookies, links azules, pestañas que se abren solas con ojos rojos y amarillos y un sinfín de notificaciones que nos distraen y nos entretienen al mismo tiempo. Debemos ser críticos con la información, debemos luchar contra lo falso y romper esa telaraña enmarañada, la Web de esa colonia de arañas de símbolos mundialmente conocidos. Debemos estar… Estamos…
¿Enredados?  

Os recomiendo este vídeo con dibujos de Españistán, donde muestra en clave de humor y sátira, lo que son ahora las redes sociales y su origen: https://youtu.be/1yDlCSVEc6A 



Para más información, se puede consultar en: 
-Informe del VI Estudio de Redes Sociales, del IAB Spain. Enero de 2015

-Digital, Social and Mobile worldwide, de We are social. Enero de 2015

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